Después de la leche materna o de farmacia, a
partir de un año, el organismo del niño ya está preparado para asimilar una
dieta variada que incluye la leche de vaca. Pero a muchos padres se les plantea
una duda ¿es efectivamente la leche de vaca la más adecuada para mi hijo? Y
esta duda es comprensible: en el mercado hay una gran oferta de leches de
crecimiento, leches especiales orientadas a niños de esa edad. La publicidad
las presenta como el alimento ideal para asegurar el perfecto desarrollo del
pequeño. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha revisado los
supuestos aportes de este tipo de leche y ha comprobado que, en realidad, no es
oro todo lo que reluce. Estas son las conclusiones de la OCU:
La leche de vaca no es un alimento muy adecuado para los bebés recién
La OCU ha revisado las etiquetas de 15 de
las principales marcas de leches de crecimiento de venta en parafarmacia y en
supermercados, cuatro de ellas en formato líquido, listas para consumir, y el
resto en polvo para regenerar con agua. Estos son los resultados del análisis:
contienen más azúcar, menos proteínas, menos calcio y son más caras.
1. Valor
energético. Es similar al de la leche de
vaca. La leche entera de vaca proporciona unas 60 kcal/100ml, aproximadamente
120 kcal por vaso, si se recomienda alrededor de tres vasos al día, supone 360
kcal al día procedentes de la leche, lo que finalmente supone que para un niño
de 1 año el 36% de la energía diaria recomendada proceda de la leche, y para 3
años alrededor del 25%
2. Azúcar
añadido. El único azúcar que existe, de
forma natural, en la leche es la lactosa. En 9 de las 15 marcas de leches para
niños hemos encontrado, además, azúcar añadido: sacarosa, jarabes de glucosa,
fructosa o bien miel. Además, el 53% de las muestras llevan aromas (vainilla).
3. Las
grasas. Son similares a los de una leche de vaca, no así su perfil lipídico.
Estas leches contienen menos cantidad de grasas saturadas y más ácidos grasos
esenciales asemejándose más al de una leche materna. No obstante, estos ya se
encuentran de manera natural en la dieta de un niño a partir del año: aceite de
oliva, los cereales, los huevos, o el pescado, entre otros.
4. Los
contenidos en calcio. Son inferiores a los de la leche de
vaca (120 mg/100g). Los valores encontrados oscilan entre los 65 y los 115
mg/100g, en alguna marca pueden llegar a ser casi la mitad.
5. Las
vitaminas. Están ampliamente presentes en
estas leches. Sin embargo, un aporte extra de vitaminas no es necesario para
mantener una dieta adecuada. No olvidemos que a partir de un año el niño toma
todo tipo de alimentos. Por lo tanto, las incorpora en su dieta a través de la
fruta, la verdura, la leche, la carne o el pescado.
6. El
coste de estas leches de crecimiento es elevado para una familia. El precio
medio de una leche entera obtenido en nuestro estudio de leches enteras es de
0,70 €/litro; el de las leches de crecimiento es de 2,2 €/litro, aunque las
líquidas son algo más baratas, 1,60 €/litro.
Por lo tanto, darle a su hijo leche de vaca
entre los 12 meses y los 3 años, estará ahorrando una media de 600 euros por
niño. La cifra sube hasta los 1.400 euros con respecto a el producto más caro.
El periódico abc.es 2013-10-23
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