jueves, 7 de noviembre de 2013

¿Por qué mujeres y hombres tienen hijos a partir de los cuarenta años?

Acceden a la maternidad y paternidad a una edad considerada «mayor» por la sociedad. Son madres y padres primerizos con 38, 40 o más años, la edad a partir de la que se reduce la fertilidad y aumentan los riesgos en el embarazo. Tienen un solo hijo y un nivel económico y educativo medio-alto. Este tipo de familia, que ha crecido vertiginosamente en España en los últimos años, ha llamado la atención de un equipo de investigadores de la Universidad Nacional de educación a Distancia (UNED). Dirigidos por Raúl Sánchez Molina, doctor en Antropología Social de la UNED, están realizando un estudio antropológico sobre lo que han denominado «familias tardías», un colectivo emergente que posee sus propias necesidades y características. La investigación trata de conocer los nuevos retos que plantean al Estado.
Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) reflejan que, en doce años, casi se han triplicado el número de mujeres que tienen hijos a partir de 40 años. Si en el año 2000 eran 10.163, en 2012 han sido 28.322. La misma tendencia siguen las madres de 35 a 40 años: de 67.959 mujeres que tuvieron un hijo a esa edad se ha pasado a 124.419 en esos años. Es decir, casi el doble. «
El aumento de la edad a la que se tiene el primer hijo (31,6 años) es otro indicador de que está creciendo el número de familias tardías, así como el aumento de la demanda de tratamientos de reproducción asistida y el gran auge de las adopciones internacionales (más de 43.000 niños han llegado a España por esta vía, el 85% de las familias habían comenzado el proceso con 40 años y sin hijos previos).
 Tras casi dos años de trabajo, el equipo de la UNED ha llegado a sus primeras conclusiones. Explican que la paternidad y la maternidad se han retrasado en España a causa de «condicionantes estructurales». Durante años se han lanzado discursos sociales y culturales que en nada han beneficiado a la natalidad. Corrochano ofrece un ejemplo: «Se ha exigido cumplir unas expectativas como pareja: tener trabajo fijo, coche, casa, viajar antes de tener un hijo, tener dinero para el niño... Cuando una pareja llega a eso ya alcanza los 40 o 42 años».
Pero hay más razones para postergar la maternidad y paternidad, como cuenta esta investigadora: «Hay parejas que se casan y quieren disfrutar antes de la llegada del hijo; mujeres que se han inseminado porque su pareja no quiere tener hijos, no veían a la pareja como el padre idóneo o no encuentran una pareja».
Las familias tardías tienen cada vez más peso social, pero con retos diferentes. En estos hogares se acentúan las necesidades de cuidado. No todas disponen de la ayuda de abuelos canguro, ya que a ellos la llegada del nieto les ha cogido a una edad muy avanzada. A un plazo más largo: «Cuando estos padres lleguen a la jubilación se encontrarán con hijos dependientes —dice Corrochano—, que todavía no han entrado en el mercado laboral porque están estudiando, a los que tienen que cuidar y abuelos muy mayores a los que también cuidarán. Es una nueva versión de la generación sandwich».
 El periódico abc.es 2013-11-07

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