Pekín reducirá, en los próximos 5 años, casi un 40% la emisión
de licencias de nuevos vehículos y exigirá que más de la cuarta parte de esas
matrículas sean para automóviles eléctricos, híbridos o movidos por células de
hidrógeno, una nueva medida para luchar contra la creciente contaminación en la
urbe.
Según la agencia oficial Xinhua, que dio
hoy detalles del plan 2013-2017 de acción contra el "smog", el
número de nuevas licencias emitidas cada año en la capital pasará de las
240.000 actuales a 150.000 anuales entre 2014 y 2017.
De los 600.000 nuevos autos que circularán
por las carreteras pequinesas en ese periodo, 170.000 deberán usar las llamadas
"nuevas energías" como combustible (20.000 en 2014, 30.000 en 2015, y
60.000 cada año en los dos ejercicios siguientes).
Pekín considera que uno de los principales
causantes de la elevada polución en la ciudad, frecuentemente envuelta en
neblina contaminante, es el elevado número de autos que atasca sus calles, y
que ha pasado de apenas 2 millones hace una década a 5,4
millones en la actualidad.
En 2013, Pekín comenzó a medir las
partículas más pequeñas y nocivas de su atmósfera, aquellas con un tamaño en
torno a las 2,5 micras, y como resultado han aumentado los días en que las
autoridades han recomendado a los ciudadanos no salir de casa o no desarrollar
actividades físicas en la calle.
Por ejemplo, la ciudad prohibirá a la mitad de los automóviles
circular durante un determinado tiempo si en tres días consecutivos los índices de contaminación alcanzan
niveles alarmantes, mientras que a nivel nacional se considera suspender las
clases en esos días de fuerte polución atmosférica.
El periódico larazón.es 2013-11-07
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